domingo, 29 de diciembre de 2013

005. Del porque sigo siendo un niño…

Había una vez… ok no… bueno en realidad si… yo soy de esos niños que creció con Disney… y hasta la fecha sigo creciendo con Disney… me sé todas las canciones de todas las películas… las tengo… las veo una y otra vez y canto… sé el nombre del papá de Aurora, de las hermanas de Ariel, de las musas de Hércules, de los ratones de Cenicienta, de las gárgolas de Quasimodo, sé que los malos se visten con pieles de cachorros, se convierten en dragones morados (aunque las reglas que ellos mismos pusieron las prohíban) y llaman a sus secuaces estúpidos imbéciles cuando buscan durante 16 años a un bebé… soy de esos niños que cree que toda maldición se rompe con un beso de amor verdadero, que el bien siempre triunfa contra el mal y que lo mejor para una buena trama es ir seguida de una buena canción, por eso sigo siendo niño…


Y como un buen niño que soy me fui a ver FROZEN… y si… la AME… reí con sus bromas, llore con sus tragedias, me angustie con sus problemas, me asombre con su magia, me enoje con sus traiciones, gocé de sus canciones y disfrute su final feliz… si porque a eso voy a ver una película de Disney a disfrutar su final feliz… debo admitir que también salí de ahí con sus moralejas, con esos valores que siguen enseñando los cuentos de hadas y cantando Y si hacemos un muñeco…, porque cuando eres un niño que te importa lo que digan las feministas sobre que las princesas son mala influencia, lo que te importa es saber que por una hora y media los problemas en tu casa, los apuros en la escuela y los malos ratos no existen… en la que existe la magia y el amor y la bondad y la hermandad y que todos tenemos derecho a ese vivieron felices para siempre…





Mis amigos me conocen, saben que no me gusta beber y detesto el cigarro, que son cosas que no haré solo para encajar, para gustarle a los demás o para pertenecer a un grupo, soy un niño de 25 que prefiere pasar una tarde jugando juegos de mesa, que se gasta su dinero en juguetes, que hablando de juguetes les contare una anécdota cuando tenía 8 años vi Hércules, una de mis películas de Disney favorita, (amo sus canciones estilo góspel) y un día andaba en el súper de compras con mi mamá y estaba en la zona de juguetes (hasta la fecha si andan de compras conmigo y me pierden saben que me encontraran en uno de tres pasillos: de juguetes, de libros o de películas) y como cada vez que sale una película infantil había toda clase de juguetes de Hércules… y tropecé con una pareja joven no se máximo tendrían 30 años y llevaban en su carrito de compras varios juguetes y yo extrañado pregunte son para sus hijos… se miraron mutuamente se sonrieron y me dijeron; no, son para nosotros… hace pocos días andaba en el súper comprando juguetes y me hicieron la misma pregunta y con una sonrisa en los labios conteste lo mismo… los juguetes son para mi… pero si les digo soy ese niño que prefiere sentarse a leer cuentos y libros infantiles antes que a Marx, que prefiere las películas de Disney antes de películas independientes aclamadas por la crítica… y me pregunto ¿Qué de malo hay con eso? Y ¿no sería mejor si todos en nuestros corazones siguiéramos siendo niños? 

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